El ser humano es social por naturaleza

La máxima aspiración de todo ser humano es ser feliz, esta cualidad o deseo nos une por encima de cualquier otra particularidad que pueda desunirnos, y para ser felices y sentirnos completos necesitamos relacionarnos socialmente y vivir en comunidad. No en vano, desde el principio de los tiempos nos hemos asentado tribalmente, en forma de poblados, donde cada cual representaba un papel, una colectividad que se autogestionaba y se ayudaba por el bien común y la supervivencia.

De este modo, parece ser que está en nuestro código genético la necesidad de vivir en sociedad, integrarse y adaptarse a un grupo de iguales. Hoy día, sin embargo, establecer relaciones sociales sólidas no es tan fácil, sobre todo si por cualquier motivo te has alejado, forzosamente, por una mudanza por motivos de trabajo, por ejemplo, o voluntariamente, por cualquier motivo personal, del que ha sido tu grupo de amigos de siempre, ese que conservas desde el colegio o el instituto.

 

Así, de un día para otro, te encuentras solo, ves que no tienes a quien llamar para salir a dar un paseo por el parque, ir al cine o tomar una copa. Se suceden las semanas, una tras otra, y no tienes ningún plan, aparte de ir del trabajo a casa y de casa al trabajo, se van los fines de semana y tu tiempo de descanso y no tienes con quién compartirlo. Ya no sabemos cómo hacer nuevos amigos de la forma tradicional, esa es la realidad social a la que nos enfrentamos cuando ya somos adultos, comprobar que los tiempos han cambiado y la forma de relacionarnos más que otras cosas.



"El hombre es un ser social por naturaleza" es una frase del filósofo Aristóteles (384-322, a. de C.) para constatar que nacemos con la característica social y la vamos desarrollando a lo largo de nuestra vida, ya que necesitamos de los otros para sobrevivir.

Según Aristóteles se "es" en tanto se "co-es". Esto significa que cada hombre posee una dimensión individual que desarrolla su personalidad o su "ser", y que dicha dimensión está integrada en la dimensión social del hombre, para la convivencia en comunidad desde que nace, resultando en la coexistencia.

La dimensión individual del hombre son las cualidades que el hombre posee, reconoce, explora y usa para convivir en comunidad pacíficamente y beneficiarse los unos a los otros. La dimensión individual, donde radica el ser, debe aprender a concordar con la dimensión social para convivir en sociedad. Este aprendizaje se llama proceso de sociabilización.

El proceso de sociabilización es el conjunto de aprendizajes que el hombre necesita para relacionarse con autonomía, autorrealización y autorregulación dentro de una sociedad. Por ejemplo, la incorporación de normas de conductas, el lenguaje, la cultura, etc. En suma, aprehendemos elementos para mejorar la capacidad de comunicación y la capacidad de relacionarnos en comunidad.

Dice Aristóteles:

El ser humano es un ser social por naturaleza, y el insocial por naturaleza y no por azar o es mal humano o más que humano (…). La sociedad es por naturaleza anterior al individuo (…) el que no puede vivir en sociedad, o no necesita nada para su propia suficiencia, no es miembro de la sociedad, sino una bestia o un dios.

En función de satisfacer las exigencias físicas y espirituales, el hombre necesita vivir en sociedad ya que el hombre racional e individual no es autosuficiente y requiere de la ayuda y protección de los demás de su especie, formando lo que llamamos comunidades.

Un hombre aislado no puede desarrollarse como persona y de ahí nuestra tendencia a agruparnos en vez de aislarnos. Un ejemplo es el nacimiento de las redes sociales y su rápida expansión a pesar de que nuestros avances científicos y tecnológicos han hecho que los otros seres humanos sean menos indispensables en nuestra vida. Es por ello que continuamos inventando nuevas formas de comunicarnos y convivir en sociedad.

En su obra de filosofía política Política, Aristóteles afirma, entre otras cosas, que el hombre es un ser social y político. La sociabilización es la naturaleza del hombre. Según este filósofo, la familia es la primera comunidad o sociedad formada, que es necesaria para el ser social.

Sin embargo, la familia no es suficiente para satisfacer todas las necesidades del ser humano, por lo que este genera naturalmente una sociedad. Para ello, se organizarían aldeas y luego estas constituirían la poliso ciudad griega de aquel entonces.

La organización de la sociedad requiere de la naturaleza política del hombre, y esta organización deriva en el derecho, gracias a la virtud de los ciudadanos y a la práctica de la justicia. El derecho o lo justo como tal sólo tiene sentido para el hombre en sociedad, y dicho derecho asegura la felicidad del mismo.



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